El Ajo se ha usado desde tiempo inmemorial como especie culinaria y planta medicinal. El ajo se cultiva desde hace más de 5,000 años y parece ser que su origen se ubica en Asia central, desde donde se entendió ampliamente y se encuentra naturalizado en muchas partes del mundo. Ha sido un elemento importante en la medicina tradicional de la mayoría de culturas, desde los antiguos egipcios, romanos y griegos hasta en la India y China.
En la composición del ajo se encuentran múltiples componentes activos:
- Aminoácidos como ácido glutámico, arginina, ácido aspártico, leucina, lisina, valina.
- Minerales, principalmente manganeso, potasio, calcio y fósforo, y en cantidades menores magnesio, selenio, sodio, hierro, zinc y cobre.
- Vitaminas principalmente vitamina B6 y vitamina C, y en cantidades menores ácido fólico, pantoténico y niacina.
- Componentes sulfurados como los sulfuros de Alilo, la Aliína que mediante la enzima alinasa se convierte en alicina y por condensación se convierte en ajoneno.
- Flavonoides como la quercetina.
- Azúcares como fructosa y glucosa.
Propiedades Medicinales
- Es empleado en problemas respiratorios por su efecto antitusígeno, descongestionante y expectorante débil.
- Tiene efecto hipotensor y fluidificante de la sangre a dosis altas por lo que esta indicado en casos de hipertensión arterial.
- Inhibe la agregación plaquetaria (efecto similar al de la aspirina) y disminuye los niveles de fibrinógeno (precursor de la fibrina, proteína que forma los coágulos sanguíneos) motivo por el cual es muy recomendado en personas con antecedentes de trombosis, embolias o claudicación intermitente.
- Tiene actividad hipolipemiante que disminuye el nivel de colesterol LDL, denominado también colesterol ‘malo’. Este tipo de colesterol esta implicado en el desarrollo de la ateroesclerosis o depósito de colesterol en la pared de las arterias por lo que el ajo también previene este proceso. También reduce los niveles de triglicéridos, otro factor de riesgo cardiovascular importante.
- También es útil en problemas infecciosos por su amplio espectro de acciones antimicrobianas (contra bacterias, parásitos, hongos y virus) ysu efecto estimulante del sistema inmunológico.
- Recientemente se señala que el ajo ayuda a reducir los riesgos de contraer cáncer, sobre todo el de colon, por su contenido de antioxidantes como la Alicina y la Quercitina
Precauciones
El consumo de ajo puede producir gastritis y mala digestión en personas sensibles por lo que lo recomendamos siempre después de los alimentos.
El uso de ajo en altas dosis, ya sea crudo o en extractos, está desaconsejado en hemorragias traumáticas ó ginecológicas.
Las personas que vayan a someterse a una intervención quirúrgica deben informar a su médico si toman suplementos de ajo.
En general, el ajo se considera seguro durante el embarazo y la lactancia. De hecho, dos estudios demuestran que a los bebés les gusta más la leche materna e madres que comen ajo.
Interacción con otros Medicamentos
Usar con precaución en pacientes que reciben tratamiento con antiplaquetarios o anticoagulantes pues podría potenciar su efecto.
Dosificación
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